Santa Teresa Jornet 19-07-2015
Entre los frutos de santidad que la vida consagrada ha dado a la Iglesia, presentamos este mes la figura de Santa Teresa Jornet, patrona de la ancianidad y fundadora de las Hermanitas de los Ancianos Desamparados, congregación que está presente en nuestra diócesis en Vinaroz, donde, en fidelidad a su carisma, regentan una residencia de ancianos.
Teresa Jornet nació en Aitona el día 9 de enero de 1843, en el seno de una familia profundamente cristiana. En su formación tuvieron una influencia decisiva Rosa Ibars y Palau, hermana de su madre, que posibilitó que Teresa realizara sus estudios de magisterio, y el beato Francisco Palau y Quer, hermano de su abuela materna, que despertó en ella un espíritu contemplativo y el deseo de entregarse a Dios completamente. Impulsada por esta inquietud quiere encontrar el camino concreto para poder hacerla realidad.
Finalizados sus estudios, comenzó a trabajar como maestra en Argensola. Durante este tiempo mantuvo la relación con su tío Francisco Palau, pero no se sintió llamada a integrarse en la congregación de Terciarias Carmelitas fundada por el Beato. Intuía que la enseñanza no era para ella una vocación definitiva.
Impulsada por el deseo de entregarse totalmente a Dios ingresó en el monasterio de clarisas de Briviesca (Burgos). Pronto tuvo que abandonar la clausura por motivos de salud. Al regresar a su casa volvió a colaborar con la obra del P. Palau, pero sin ingresar en la congregación. A la muerte de su tío se desvinculó totalmente de su obra, siguiendo la búsqueda de su propio camino.
Un encuentro casual con D. Saturnino López Novoa, canónigo en la catedral de Huesca, sería el acontecimiento que le ayudaría a clarificar su vocación. Este sacerdote había tomado la decisión de fundar una congregación destinada a atender espiritual y materialmente a los ancianos desamparados. Al conocer Teresa este proyecto, sintió que era el camino que Dios quería para ella. Se incorporó a la obra de D. Saturnino y, desde el primer momento, comenzó a ejercer labores de superiora.
Cuando esta fundación se estaba iniciando, recibieron las hermanas una invitación por parte de una asociación de católicos de Valencia para que se hicieran cargo de una obra de asistencia caritativa a los ancianos, que este grupo promovía. Allí se trasladó Teresa con algunas hermanas y allí es donde, propiamente, comenzó la historia de la congregación, que pronto se extendería por otras ciudades de España y de América.
¿Cuál fue el ideal de Teresa Jornet? En la oración colecta de la misa de su fiesta se expresa magistralmente en pocas palabras: ella quería alcanzar la caridad perfecta mediante el cuidado de los ancianos. Como en tantas otras fundaciones que han intentado responder a realidades y pobrezas de la sociedad de su tiempo, no se trata únicamente de asistencia material, sino de algo más profundo: llegar a vivir la caridad perfecta hacia los más pobres, en este caso, los ancianos desamparados. Esa caridad perfecta no es otra que la caridad de Cristo. Lo que Santa Teresa Jornet quería era que, a través de su entrega y la de las hermanitas, los ancianos llegaran a sentir el amor del mismo Cristo.
+ Enrique Benavent Vidal
Obispo de Tortosa