AQUÍ TIENES A TU MADRE (Jn 19,27) 15-01-2017

El 13 de enero de 1617 se fundó en la catedral de nuestra diócesis la Archicofradía de la Virgen de la Cinta. Para conmemorar el cuarto centenario de este acontecimiento, el papa Francisco ha concedido la celebración de un año jubilar mariano, que se inaugurará este domingo con una Eucaristía solemne en la catedral y que tendrá como centro la capilla de la Cinta. Aunque la devoción a la Virgen de la Cinta está más vinculada a la ciudad de Tortosa y a las tierras del Ebro, al tratarse de la capilla más importante de las dedicadas a la Virgen en nuestra catedral, quiero invitar a toda la diócesis a hacer vuestra también esta celebración jubilar. Se trata de una buena oportunidad para visitar nuestra catedral y tener un momento de oración ante la Madre del Señor.

Os invito a hacer de este año jubilar una ocasión para escuchar y meditar en el corazón estas palabras que Jesús, cuando estaba clavado en la cruz, dirigió al discípulo que tanto amaba: «Aquí tienes a tu madre». Ellas serán el lema de esta celebración jubilar.

Estamos en el momento más importante de la historia de la salvación. Por tanto, lo que sucede y las palabras que Jesús pronuncia tienen una gran importancia. Todo está cargado de un sentido profundo que se descubre a la luz de la fe. Antes de entregar su espíritu al Padre, el Señor nos da a su madre a todos nosotros. Estamos ante una revelación: María, la madre del Señor, se convierte en ese momento en madre de todos los amigos de su Hijo, representados en el discípulo a quién Él tanto amaba. Se trata de una auténtica maternidad espiritual. Cuando Jesús ha consumado la obra de la redención de la humanidad, su madre se convierte en madre de todos los redimidos por su sangre. El vínculo de amor que une a María con su Hijo incluirá desde ahora a todos los salvados por Él. Estamos ante un regalo que no hubiéramos imaginado.

Estas palabras son también para nosotros una invitación, una llamada a venir a la capilla de nuestra catedral para estar con nuestra Madre. Para los tortosinos y para los devotos de la Virgen de la Cinta, la capilla es la casa de María. «Aquí tienes a tu madre». El Aquí evoca el lugar donde podemos abrir el corazón a la Madre del Señor. Me gustaría que este año santo sea un acontecimiento de gracia, una ocasión para encontrarnos con nuestra madre, para que se haga más fuerte el vínculo que une su corazón a los de todos los hijos de la tierra tortosina. María desea que nuestra amistad con Jesús sea más fuerte, y este ha de ser el fruto del año jubilar que iniciamos.

Finalmente, en las palabras del Señor escuchamos también una exhortación a acoger a María en nuestra casa, en nuestro corazón, en nuestra vida. El discípulo a quien Jesús dirigió estas palabras, al escucharlas «la acogió en su casa» (Jn 19, 27). Ella ha estado siempre presente en el corazón de la ciudad de Tortosa y de sus hijos. En el himno de Joan Moreira y del beato Josep Maria Peris, cantamos que la Cinta, que es el símbolo que nos recuerda su amor de madre, «es nostra Reina, nostra Mare, nostre Tresor», y que «dels fills de Tortosa és sempre el consol».

Que esta celebración jubilar de los cuatro siglos de la fundación de la real archicofradía, ayude a que el lazo que une nuestra ciudad a la Madre del Señor no se deshaga nunca jamás.

+ Enrique Benavent Vidal
Obispo de Tortosa